Las monedas de oro: de inversión o de colección

Amadas por los inversores ya que son creadas directamente por la Zecca de Estado. Reconocidas a nivel mundial y por ello facilmente de revender. Creadas en un formato que se presta para fraccionar la inversión, permitiendo de movilizarse según sea necesario, incluso pequeñas sumas. Las monedas son espeso la elección favorita de los inversores.
El mercado de las monedas de oro es más complicado que el de los lingotes. Si los lingotes son fabricados en cantidades limitadas y su precio depende exclusivamente de la cotización de bolsa, para las monedas la situación es diferente. En este  artículo buscamos aclarar un poco el mundo de las monedas de inversión y de colección.

Las monedas de oro por naturaleza tienen un valor doble. De una parte poseen el valor intrínseco del mismo metal que lo constituye. Por otra parte tienen un valor como objeto artistico o histórico. Algunas monedas, con su minucioso diseño, son de verdaderamente obras de arte. Por sobre todo si tienen el peso de años de historia, llevando el valor del metal precioso del cual estan constituidas.

Tienen por lo tanto connotaciones artisticas e historicas innegables que la hacen fascinante no solo para los ojos de los inversionistas, sino que a su vez por los coleccionistas y por cualquier persona relacionada a la inversión por pasión hacia el objeto. En relación a este último aspecto, algunos particulares ejemplos, en virtud de su rareza y conservación, pueden ser valorados en el mercado numismático y tiene un precio que supera a lo lejos el valor intrínseco del metal.

Por esta razón es necesario efectuar una distinción sobre los tipos de monedas de oro: de inversión o de colección

Existen en efecto monedas solamente de inversión (bullion) o monedas de colección. Las bullion se comportan como lingotes, mientras que las monedas de colección son fabricadas en cantidades limitadas y tienen un valor que va más allá del metal contenido. Sin embargo no esta excluido que las bullion, en relación a su rareza (si por ejemplo de una especifica serie quedan pocos ejemplares) pueden adquirir un valor mucho mayor con respecto al metal contenido. Lo mencionamos que las monedas de oro son complicadas con respecto a los lingotes. Tal vez es por esto que siguen fascinando a antiguos, nuevos, y apasionados. Pero vamos en orden.

Las monedas de oro

Las monedas de oro son emitidas por los Estados de todo el mundo, y tienen una larga historia sobre sus espaldas. Desde el 600 a.c en la antigua Lidia las monedas de oro eran reconocidas como monedas de curso legal, o monedas que los comerciantes estaban obligados a aceptar en cambio a la venta de sus productos. El estado atribuia a cada una un valor par a su valor nominal, o al reportado sobre casa moneda, lo mismo que ocurre hoy con los centavos de Euro.

Esto hasta cuando, en el siglo anterior, se decidió pasar a un sistema económico completamente desligado del oro. Hoy pagamos bienes o servizios con billetes  y el oro perdió su valor como moneda de curso legal. Ya que vivimos en una  economía dónde los pagos no se realizan en oro sino con billetes, ahora obviamente el valor de una moneda de oro se lo da su valor en el mercado, y su valor nominal grabado sobre la moneda de oro es de fachada. El mercado de inversión atribuye a las monedas de oro un valor relativo al efectivo contenido de oro en si mismo.

Debemos aclarar que existen una enorme cantidad de monedas, algunas similares y otras diferentes entre si. Y que cada una de ellas se comporta en manera diferente. Como antes mencionado, para las monedas bullion se entiede monedas que actúan como los lingotes: su producción es ilimitada, existen y circulan en el mercado en grandes cantidades. Su valor no esta relacionado a su rareza o valor histórico.

Pero, a diferencia de los lingotes de oro, las monedas de oro no tienen como única característica la de ser constituidas por el metal precioso: justamente porque tienen una larga historia sobre las espaldas,  una connotación historica y nacional. Siendo diferentes entre ellas, con diferentes cortes, características, origen y rareza, las monedas son objeto de colección de siglos. Existen algunas monedas muy buscadas y extrañas, al punto de convertirse en monedas de colección o numismáticas.

Las monedas de inversión

Las monedas de inversión (Bullion) son las monedas que son vendidas a la par de los lingotes por su contenido de oro puro, pertenecen a las monedas que fueron creadas en grandes cantidades por la Zecca y que son facilmente disponibles en el mercado. 

En el interior de esta categoria entran los ejemplares que se encuentran en la lista actualizada cada año de la Comisión Europea. Esas monedas deben tener un porcentaje igual, o al menos del 90% de oro puro. En especifico, como dice la ley 7/2000, por monedas de inversión se entienden "monedas de oro puro, par o superior a 900 millesimos, creadas después del 1800, que tienen o tuvieron un curso legal en su  país de origen, normalmente vendidas a un precio que no supera el 80% del valor sobre el mercado libre del oro en si contenido.

Su valor será siempre atado al valor del oro, pero a su vez se compran con spread muy bajo y se revenden facilmente al exterior. Sobre estas monedas el valor no esta afectado por eventuales gráficos o defectos.

Las monedas usadas para la inversión en oro son ejemplares comunes. Monedas de las cuales existe gran abundancia sobre el mercado, que no tienen ganancia capital numismática. Esto las convierte en un óptimo instrumento para la inversión. Exactamente como un lingote, son valoradas exclusivamente por su valor intrínseco.

Las monedas de colección

Las monedas de colección son siempre bullion, pero siguen una lógica de mercado diferente. Su valor depende de dos factores: por una parte del valor intrínseco del oro (Bullion) por otra parte depende del mercado de colección. Que muy seguido supera al primero.

El valor de la moneda de colección aumenta:

• Si tiene un volumen bajo de fabricación;
• Si son muy buscadas por estimadores y coleccionistas;
• Si tienen un trabajo adjunto (como Proof, sellos particulares, etc..);
• Si presentan óptimas condiciones y conservación;
• Si son dificiles de encontrar en el mercado;
• Si tienen defectos por un error de Zecca (aunque las monedas defectuosas creadas por la Zecca son muy demandadas);
• Si tienen una circulación limitada;
• En base al contexto  histórico.

Muy seguido las monedas de  colección pueden adquirir un valor aparte a el valor del oro contenido. 

Las monedas Numismáticas

Las monedas numismáticas son las monedas de colección que sumaron valores muy elevados en el mercado ( más del 80% del valor del oro puro en si contenido) y perdieron la exención
 IVA otorgada por la ley 7/2000 y del DPR 633/72. Aunque una moneda comprada como bullion o como moneda de colección se puede convertir en numismática si en el transcurso del tiempo su valor secundario supera el 80%.

Algunos ejemplos son:

• Las sterline del: 1953, 1917, 1937;
• La doble Aguila Americana creada después del 1930;
• Muchos marengos Italianos.

Conclusiones... antes de comprar monedas de oro

Es necesario decir que comprar hoy una moneda de oro puede ser una óptima solución de inversión, con la suma del valor histórico intrínseco en la moneda. Comprando monedas de oro se coleccionan pequeños objetos de arte y al mismo tiempo se invierte en oro, un metal precioso con altisima liquidez que permite poder revender las monedas cuando se desee.

Si decide comprar monedas de oro, la distinción más grande a tener en cuenta se refiere a las monedas bullion y a las monedas de colección. Es un argumento muy complejo, pero lo fundamental a tener en cuenta es que no es necesario confundir la moneda de inversión con la moneda de colección (llamadas  también monedas conmemorativas). Las primeras operan como los lingotes, en las segundas influyen una serie de factores y su valor depende de su rarez y de su especial refinamiento y no del real contenido de oro que poseen.

Es fácil intuir que si la finalidad de la compra de monedas de oro y su mera inversión en oro (o a su vez tener ventajas exclusivas en el aumento de la cotización del oro), no es conveniente comprar ejemplares con valor numismático. O mejor, es ello lo importante para nosotros. En tal caso apuntar por ejemplares bullion sería, la mejor solución.

Las monedas de colección son poco aptas si se quiere invertir en oro con el objetivo de obtener el máximo rendimiento con las mínimas competencias. Son pero, al contrario, la inversión ideal para quien entiende de colección y espera de hacer una fortuna apuntando sobre su rarez.

Al final cuando se invierte en monedas es necesario considerar que no se puede excluir la posibilidad de que durante el tiempo las mismas puedan adquirir un valor numismático, sobre todo cuando se las conserva durante un largo tiempo. Puede suceder que una especifica serie se transforme en dificilmente disponible sobre el mercado, por ende buscada con mas enfasis por coleccionistas. Así también monedas bullion podrian aumentar su valor. En este caso, cuando son compradas por su valor  intrínseco, la inversión es de verdad conveniente. Se trata igualmente de una rara eventualidad.